miércoles, 17 de diciembre de 2014

Arribes del Duero

La comarca de Los Arribes se encuentra situada en el oeste de Zamora y Salamanca. En este lugar, el Duero hace frontera con Portugal y se encajona formando cañones profundos y extensos. La utilización del río es compartida, así como la navegación de sus aguas. Los más de 1.000 kilómetros cuadrados del Parque Natural Arribes del Duero ocupan la margen izquierda; la derecha pertenece al Parque Natural do Douro Internacional.
Este bello Parque Natural puede ser recorrido a pie, en barco o en coche.

Lo mejor es comenzar nuestro viaje en las casas del parque: la de la Torre del Homenaje en Sobradillo (Salamanca) y la del Convento de San Francisco en Fermoselle (Zamora) facilitan información y las claves necesarias para abarcar mejor el parque natural. Además, el conjunto histórico artístico de Fermoselle merece la pena ser recorrido y disfrutado

Respecto a los cruceros fluviales, los dos más interesantes y con un precio asequible son: el que recorre la orilla de la provincia de Salamanca y el otro es el que parte desde el lado Portugués (Miranda do Douro), colindante con la provincia de Zamora. Su precio es de unos 20 euros.

Pero sin duda, la mejor forma de disfrutar de las Arribes del Duero es a través de su excelente red de miradores y senderos. Probablemente el más famoso es el Mirador del Picón de Felipe.

Según dice la leyenda, su nombre se debe a un hombre llamado Felipe, que a golpe de martillo intentó tumbar la montaña para pasar a Portugal. Tiene varios puntos de observación, pero particularmente los mejores están situados en la parte de abajo, el recorrido no son más de 2 kilómetros; eso si no se puede ir con carrito de bebé. Muy cerca está el Mirador del Fraile situado al final de la carretera. En este caso no hay que andar nada, se puede aparcar a unos 50 metros antes de llegar a la presa. Eso sí los niños siempre controlados porque no es muy seguro. Las vistas son impactantes y no aptas para aquellos que tengan vértigo.

Volviendo de los dos anteriores miradores, está el desvió al pueblo de la presa de Aldeadávila.
Desde allí sale una carretera que sube hasta lo alto de la central donde hay dos excelentes miradores. También es imprescindible acercarse a una de las cascadas más bellas y espectaculares de toda la Península: el Pozo de los Humos, donde el agua cae desde más de 200 metros.

También hay un embarcadero en la Playa del Rostro, donde también se pueden alquilar piraguas, accesible desde Corporario, y donde por 20 euros los adultos y 10 los niños (hasta 9 años) se puede hacer un recorrido de unos once kilómetros ida y vuelta desde allí hasta la presa de Aldeadávila en aproximadamente una hora y media. Si la excursión es a primera hora de la mañana, se pueden ver las aves saliendo de sus nidos en busca de comida, y si es a última de la tarde, se las ve regresar, y es magnifico observar como aprovechan las corrientes de aire del cañón.
Hay una empresa, “El Arribito”, que organiza excursiones de algo más de 2 horas en 4x4 por la zona acompañados de un guía.

Una cosa importante a tener en cuenta: entre Febrero y Agosto algunos de los senderos que circulan por las Arribes del Duero están cerrados al público debido a la época de crianza de las aves; transitar por ellos es motivo de multa. En el mes de diciembre el paseo entre olivares puede coincidir con la recogida de la aceituna.

        

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