Hoy os propongo una ruta por
tierras gallegas, 70km disfrutando un paisaje maravilloso. Os propongo empezar
en Os Peares. Os Peares es una aldea a 24 kilómetros de Orense, yendo por la
carretera de Monforte de Lemos y Ponferrada (N-120). La aldea de Os Peares se
encuentra entre dos provincias, Orense y Lugo, y entre tres orillas, las
creadas por la confluencia de los ríos Miño, Sil y Bubal. En plena Ribeira Sacra, cuenta con un entorno
privilegiado. Varios puentes se entrecruzan encima del agua para dejar admirar
desde ellos el paisaje. Esta será nuestra primera parada.
Dirigiéndonos hacia Orense por la
N-120, vemos el desvío al Monasterio y Parador de Santo Estevo, atravesando los
pueblos de Nogueira y Luíntra. A uno 20 km, entre espesos
robledales aparece Santo Estevo de Ribas
do Sil en un paraje de ensueño. Se cree que el origen del monasterio, hoy en
día convertido en un precioso Parador, se remonta a los siglos VI y VII. Según
la leyenda, durante los SX y XI, se retiraron al monasterio nueve Santos
Obispos, lo cual se recogió en su escudo de nueve mitras y contribuyó a
difundir su fama e importancia en el medievo. Fue declarado Monumento Histórico
Artístico en el año 1923, por sus preciosos
e impresionantes claustros, uno románico, uno gótico y otro
renacentista. Esta será nuestra segunda parada. El parador permite acceso
gratuito a los claustros y la iglesia.
Continuamos por la carretera y a
unos 10 km entramos en el concejo Parada do Sil, el valle da paso a un
impresionante precipicio de roca gris. Para disfrutar de las vistas, lo mejor
parar en el Mirador de Cabezoás, también llamado Mirador de Vilouxe. Es una es
una estructura metálica suspendida sobre el Cañón del Sil, a 600 metros de
altura sobre las aguas del río. El mirador esta cercano a la carretera, y es
totoalmente accesible si quieres acercarte con el carrito de tu peque.
Dirigiendonos hacia el pueblo de
Parada de Sil, encontramos otro mirador: el mirador de Os Torga o de los
Balcones de Madrid, ya que antiguamente las mujeres despedian desde allí a sus
maridos (muchos de ellos afiladores)
cuando estos se marchaban a Madrid a trabajar. Para llegar a él, desde el
pueblo hay una pista bien indicada, pero no apropiada para carrito, aunque muy
fácil. El mirador son unos balcones
sobre las piedras, protegidos por barandillas de madera; así que atención con
los peques. Las vistas lo merecen.
Desde Parada de Sil sale la
carretera por la que continuaremos nuestra ruta hasta el Monasterio de Santa
Cristina, un autentico tesoro románico escondido desde el siglo X. Este
monasterio benedictino esta enclavado en el Castañar de Merilán. Quedan en pie
la iglesia románica, la torre y una parte del claustro e edificios
conventuales, mínimamente restaurados y abiertos al público. El precio de la
entrada es de 1 euros para los mayores y 0,5 € para los menores de ocho años y
se puede visitar de martes a domingo. Fue declarado Bien de Interés Cultural en 2008. Es recomendable bajar andando al Monasterio
desde la carretera, ya que allí no hay lugar para aparcar.
Desde aquí, río arriba, nos
dirigimos hasta Castro Caldelas. Lo más notorio de la villa es el castillo, que
alberga un Museo Etnográfico y Arqueológico en el que se muestran diversos
materiales obtenidos en las excavaciones realizadas en el interior del recinto
fortificado, así como una exposición de arquitectura popular y recursos
turísticos de la zona. Sobre la puerta de acceso al
castillo hay dos escudos, que indican quiénes fueron sus propietarios: Los
Enríquez (simbolizados por un león rampante), los Castro (6 roeles), y los
Condes de Lemos y Osorio (dos lobos).
En la actualidad el castillo es propiedad
de la Casa de Alba, pero se lo ha cedido en usufructo al Ayuntamiento de la
localidad. Pasando la puerta de entrada se encuentra el patio de armas, donde
se puede ver el aljibe y un antiguo horno, así como unas escaleras que suben a
la muralla y a la torre del homenaje. Las diversas dependencias que se disponen
en torno a este patio son aprovechadas para albergar hoy en día la Biblioteca
pública, una oficina de información y turismo, y el museo etnográfico. En la
torre del Reloj puede visitarse la maquinaria del mismo, que data del año 1760.
Para llegar al castillo se
asciende por dos calles empedradas de trazado medieval, las cuales, junto con
las casas de granito con galerías, típicas de la arquitectura de la zona, crean
un entorno precioso. Además en este
pueblo podemos disfrutar del postre típico de la zona llamado “Bica” y de vino
con Denominación de Origen Ribeira Sacra.
Como siempre un placer disfrutar
de Galicia.
Copio tu post para hacer mi itinerario. Me voy para allá en quince días. Ya te contaré a la vuelta.
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