Nos gustan los dragones y Barcelona es una de esas ciudades plagada de ellos. Lo mejor es descubrirlos mientras paseas por la ciudad, pero por si alguno es un prisillas, aquí os dejo unas cuantas pistas para encontrar alguno.
En la Avinguda de Pedralbes 7 encontramos la finca Güell, el dragón de su puerta es Ladón, fiero guardián de la entrada del jardín de las hespérides, que según la mitología fue matado por Hércules, según narra el poema L'Atlàntida, de Jacint Verdaguer. Este fantástico dragón, de más de cinco metros de envergadura, con fauces y dientes recortados, alas de murciélago y cola en espiral, sorprende por su ferocidad.
Preciosos son los dragones de piedra de la majestuosa fuente del parque de la Ciutadella. también conocida como Gran Cascada o Cascada Monumental. Esta situada cerca de la entrada por el Paseo Lluís Companys, donde se encontraba el Arco del Triunfo que daba la bienvenida a los visitantes de la Exposición de 1888.Enorme es el dragón del parque de la Espanya Industrial, junto a la estación de ferrocarril de Barcelona-Sants, que con sus 32 metros de longitud y 150 toneladas de peso es un divertido tobogán.
Listas para ser fotografiadas esperan las cuatro dragonas (si, si, son chicas...) talladas en la madera de la pastelería Foix de Sarrià (Carrer Major de Sarrià, 57). Y ya que estamos aquí, podemos disfrutar de uno de sus riquísimos hojaldres de nata y chocolate.
Muy famoso por aparecer en muchas de las guías de viaje de Barcelona, es el bello dragón azul de estilo oriental de la casa de los Paraigües de la Rambla, un edificio premodernista de Josep Vilaseca; precioso de admirar mientras paseamos por las Ramblas. Enfrente de este dragón, en unos edificios próximos al Mercat de la Boquería, se contemplan una serie de dragones clásicos en sus azoteas. Sólo hay que ir un poco atento para descubrir como nos observan desde allí.
Otro dragón muy popular es el que aparece como relieve en la fachada de la calle del Bisbe. Muy cerquita, en la fachada lateral de la Catedral de Barcelona, podemos descubrir el dragón luchando contra el caballero, y las gárgolas que rodean todo su perímetro.
Si vas buscando dragones, cual cazador, no hay que olvidar los dos dragones que en la reja del jardín del Museo Frederic Marès, en la Plaza de Sant Iu 5, sobresalen sin pudor. En este lugar fue donde donde habitó la Santa Inquisición, y que se inauguró en 1948 para acoger la obra de este artista.
En el interior de la Catedral del Mar, en la misma sala donde se encuentra una representación de la Vírgen negra de Montserrat podemos encontrar una representación tallada en madera de la leyenda de Sant Jordi y el dragón. Este dragón tiene connotaciones de monstruo marino, muy apropiado para el lugar donde se encuentra.
Algunas farolas de la Barcelona histórica también están decoradas con dragones de hierro forjado.
¿Te animas a buscar dragones por Barcelona?
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