lunes, 2 de febrero de 2015

La Graciosa

Para los que vivimos en la Península, Canarias tiene algo especial. La mayoría de la gente que se acerca hasta las islas, suele ir a los lugares más turísticos, y mejor comunicados; pero un pequeño esfuerzo da como recompensa lugares increíbles. Es el caso de La Graciosa. 

La Graciosa es la isla que se encuentra separada de la punta más al norte de Lanzarote por un pequeño estrecho de apenas un kilómetro. La única forma de llegar es en barco desde el puerto de Órzola (Lanzarote). Dos compañías, Líneas Marítimas Romero y Biosfera Express hacen esta travesía. Sale un barco aproximadamente cada media hora desde el amanecer hasta la puesta del sol y el trayecto es de unos 20 minutos.

El barco llega hasta Caleta del Sebo, una de las dos poblaciones de la isla. Este pueblecito está formado por casitas blancas y es habitual ver a los pescadores limpiando pescado. La otra población se llama Casas de Pedro Barba. Casas de Pedro Barba el primer asentamiento de la isla, surgido junto a una fábrica de salazón de pescado que funcionó hasta mediados del siglo XIX, y ahora es una zona de residencias de verano.

En La Graciosa, no hay carreteras asfaltadas, así que sólo hay dos maneras de moverse por la isla: alquilar una bicicleta todoterreno o uno de los taxis todoterrenos.

En el norte a unos seis kilómetros de Caleta de Sebo esta la playa de las Conchas. Es fácil llegar con las bicicletas. Es una playa preciosa. Casi 600 metros de arenas doradas, con un mar turquesa y divisando el volcán Montaña Bermeja y el islote Montaña Clara, ambos de color rojizo. Desde allí, relativamente cerca, se puede volver dando un rodeo por la playa de la Lambra, que no es de arena, sino de minúsculas conchas.
En el sur nos encontramos con playas de arena blanca y mar turquesa, como son las de "La Cocina" y la de "La francesa", con aguas tranquilas. Nada que envidiar al Caribe. Hay un montón de cosas por hacer; Buceo, snorkel, bicicleta, senderismo, avistamiento de aves, playa, trekking... En primavera y en otoño se pueden avistar delfines y ballenas

Los restaurantes tienen un precio normal y asequible. Con un aliciente, se puede comer pescado fresco recién sacado del mar y unas buenas papas con mojo. En la isla no hay hoteles, por lo que para alojarse apartamento o acampada

Más información en la página web de turismo oficial www.turismoteguise.com

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