sábado, 30 de agosto de 2014

El primero fue en tren

Todos y cada uno de los medios de locomoción tienen sus pros y sus contras a la hora de viajar. El primer viaje con nuestra peque, viaje de más de 15 km, fue en tren. De hecho, fue un larga a distancia que nos llevó de Madrid a Barcelona.
AVE

No hace falta decir que la ventaja de que sea en Alta Velocidad respecto a los interurbanos tradicionales es abismal, no sólo en cuanto a lo obvio: tiempo, sino a comodidad. Y aunque es cierto que el precio de un buen servicio no suele ser barato, tampoco hay que alarmarse, pues si se pueden coger los billetes con suficiente antelación, se puede ahorrar unos pocos (o muchos) euros.


Si lees esto desde fuera de España, ten presente que en nuestro país a día de hoy (agosto de 2014) hay un único operador: RENFE y que, por tanto, el servicio está muy estandarizado para todo el país, pero puede ser muy diferente en el tuyo.

Nuestra peque tenía 2 meses cuando aquel primer viaje. Nos decantamos por el tren por delante de otros medios porque, respecto al avión, no había diferencia de tiempo en nuestro trayecto, si sumamos lo que se tarda en llegar al aeropuerto y en embarcar (tiempo que en tren es mínimo), y respecto al coche porque nos pareció que las 6 ó 7 horas que dura un Madrid - Barcelona por carretera era demasiado. Además, el tren presenta la comodidad de poder moverte, dar de comer a la peque o cambiarla de pañal sin necesidad de parar. Y, además, es el medio más seguro de los tres. Por cierto, la opción del barco al partir de Madrid ni se contempló...

Al viajar en AVE (o Alvia o Avant) con un carrito de bebé se debe tener presente que, aunque las normas de Renfe son claras, a día de hoy no son estrictas. Hay que tener presente que actualmente no hay un lugar habilitado en los vagones de Alta Velocidad para que los carritos de bebé vayan abiertos, Renfe pide que se plieguen y pongan en los lugares habilitados para las maletas. Pero si el bebé tiene como tenía la nuestra en su primer viaje, muy pocos meses, el carrito suele ser un capazo y solo se podrá plegar el chasis. Renfe dice que se debe viajar con el capazo encima de tus piernas, cosa incómoda de veras. Si se puede, hay que tratar de hablar con el supervisor del tren y, si en él no viaja ningún discapacitado en silla de ruedas, en uno de los vagones habrá un espacio habilitado para ésta donde poner la silla con capazo. Eso sí, si hay otros bebés con sus carritos y la misma idea quizás no quepan todos.

Con los meses nuestra peque creció (ley natural) y cambiamos el capazo por el maxi-cosi, cosa mucho más manejable pero que tampoco se puede plegar. El problema es parecido, aunque en este caso la incomodidad de viajar con él encima de las piernas es algo menor, pero sólo algo.

Por fin llegó el momento de cambiar el maxi-cosi por la silla de paseo. Ahora sí es posible plegar el carrito entero. Esto suele suceder no antes de los 9 meses de vida del peque. Ahora el problema era otro: ya no estaba nuestra peque casi todo el viaje dormida, ahora requiere más espacio y se mueve más. Esta es la mayor ventaja que tiene el tren con respecto a otros medios de transporte, pues puedes levantarte y sentarte tantas veces como quieras y en el momento que desees. Puedes andar, pues el espacio es relativamente amplio, ir al vagón cafetería y jugar con otros niños.

En alguna ocasión, he viajado sola con mi peque y su carro en AVE. Para esos trayectos en que no podía acompañarme mi chico, solicitaba la ayuda de Atendo en el momento de comprar el billete de tren. Es muy útil y te acompañan hasta el propio asiento, ayudándote a subir el carrito.

Desde hace poco, Renfe ha puesto como obligatorio sacar también billete para los más peques, incluso para los menores de 4 años los cuales viajan gratis. Hasta los 13 hay precio reducido. En el momento de sacar el billete del adulto debe notificarse que se viaja con niños.

Por cierto, si os permiten viajar con el carrito abierto, os sugiero que por seguridad, éste vaya en el sentido contrario a la marcha y frenado.

Dentro de las posibilidades que se tengan a la hora de coger un tren u otro por horario o duración del trayecto, siempre intentamos viajar en las hora que son más cómodas para la peque, evitando tener que darle de comer en el tren. O, cuanto menos, no tener que darle comida caliente, pues los AVE españoles no disponen de microondas y los calienta biberones y potitos son una pésima solución. Eso sí, lo mejor fueron los primeros meses, pues la comida la llevaba incorporada (no hay nada mejor que la leche materna)

Al comprar el billete por internet, Intentamos coger una tarifa que nos permita escoger asiento en el vagón donde está el cambiador. No es muy agradable pasearte por varios vagones con un bebé que acaba de hacer sus necesidades mayores atufando al resto de viajeros.

Nuestra peque ha cogido muchas veces el tren y muchas más que lo cogerá, pues aunque sea un medio más caro que el coche, es sin lugar a dudas el más cómodo y práctico para este tipo de viajes.



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